domingo, 9 de octubre de 2011

Señor ¿cómo Te respondo cuando me llamas?

El Evangelio de hoy es uno de esos Evangelios duros, de los que no se ocultan y dicen las cosas a la cara, tal cual, como las decía Jesús.

Un Rey que nos llama, a nosotros: a los que Le conocemos, que nos Le han presentado desde niños, que tenemos claros los mandamientos y que nos hemos habituado a oir de Él. Y sin embargo cuando nos llama le escuchamos mientras vamos a lo nuestro como sin prestar mucha atención... Sabemos que está ahí pero realmente no le seguimos. Oimos hablar de Él pero no le escuchamos... Somos los que estamos siendo llamados a diario y que vamos por la vida poniendo excusas, una tras otra, para hacer lo que Él nos pide, lo que nos está gritando desde nuetro propio corazón... Y sin embargo, como dijo Benedicto XVI hace bien poco algunos agnósticos están más cerca de Dios que nosotros

los agnósticos que no encuentran paz por la cuestión de Dios; las personas que sufren a causa de nuestros pecados y tienen deseo de un corazón puro, están más cercanos al Reino de Dios que los fieles rutinarios, que ya solamente ven en la Iglesia el boato, sin que su corazón quede tocado por la fe
¿Cuánto de lo que hacemos lo hacemos de corazón? ¿Cuánto amor hay en las cosas que hacemos? ¿Cuántas cosas hacemos por costumbre, por obligación, por quedar bien, por lo que puedan pensar de nosotros, o incluso para medrar? ¿Convertimos nuestro día a día en un tedio de rutinas o sabemos ver el Amor que hay en todos los que nos rodean, en el servicio que prestamos a los hermanos en cada tarea que realizamos?

Necesitamos purificar nuestra mirada y nuestro corazón abriéndonos a su Amor día tras día, no quedarnos rezagados pensando que lo sabemos Todo, que ya estamos cerca de Él... Debemos buscarlo con desesperación y con delirio, con la pasión de lo nuevo y del que tiene sed de Amor infinito.

Señor, a veces cuando me siento lejos de ti quizá esté más cerca que nunca sin saberlo... dame Tu Mano y no me abandones, guíame incansablemente pese a las veces que me salgo del camino y fíjate en mi amor y mi deseo de Ti (Bien, Verdad, Belleza) y no en mi debilidad. Intentaré poner más Amor en cada segundo de cada día para que mi vida, más sonrisas y menos quejas, más sencillez y menos arrogancia, más paciencia y menos egoísmo :)