miércoles, 16 de diciembre de 2009

Caillou

A mi hija le encantan los dibujos animados; unos más que otros. Su preferido indiscutible es Mickey Mouse y le siguen de cerca Pocoyó y Caillou ("mimi", "popopó" y "caiú" en su lengua de trapo).

Es cierto que los dibujos deMickey son educativos, y los de Pocoyó muy originales y llamativos, pero los de Caillou me llaman enormemente la atención porque además de enseñar a mi peque son capaces de enseñarme muchas cosas.

Los padres de Caillou son un ejemplo de paciencia, cariño, mesura y creatividad con el fin de educar a sus hijos y enseñarles lo que es correcto de la mejor manera posible. Como ejemplo os dejo este capítulo que es digno de ver en cualquier escuela de padres:

viernes, 23 de octubre de 2009

La esperanza de Stanislawa Leszczynska "la partera de Auschwitz"


La historia de esta mujer es impresionante. Matrona polaca, ya se desvivía por ayudar a las mujeres antes de ser encarcelada en Auschwitz, pero fue allí donde tuvo que dar las pruebas más impresionantes de su fe.

En los dos años que estuvo allí, ayudó a nacer a unos 3.000 niños condiciones infrahumanas , negándose a cumplir las órdenes del Dr. Menguele de que los matara al nacer (algo que hizo «Schwester» Klara, partera alemana, con unos 1.500 de ellos).

Sólo me cabe imaginar la enorme esperanza que debía tener esta mujer. Únicamente 30 de esos 3.000 niños sobrevivieron, pero ella seguía pasando días sin dormir, sin a penas comer, trabajando y rezando constantemente por ayudar a esos bebés y a esas madres.
En palabras de Stanislawa:

Si en mi país, contrariamente a nuestras experiencias de guerra, madurasen tendencias contra la vida, confío en la voz de todas las comadronas, de todas las madres y padres honestos, de todos los ciudadanos honestos, en defensa de la vida y de los derechos del niño.

domingo, 11 de octubre de 2009

Aborto


Con la mayor manifestación pro-vida en España todavía reciente, ¿cómo resistirme a hablar del aborto?

Después de ser madre no puedo evitar tener información de primera mano sobre lo que es y no es un feto. He sentido sus movimientos, le he visto en las ecografías, día a día durante 9 meses... Y no me puedo resistir a comentarlo... Quizá otro día me proponga hablar de la vida intrauterina desde el punto de vista científico, o de las consecuencias del aborto en una mujer desde el punto de vista emocional... Pero hoy quiero hablar de mi experiencia, lo que yo sentido, visto y oido.

Una se da cuenta de que está embarazada por unos cuantos cambios en el propio cuerpo, es cierto, pero desde que te enseñan la primera ecografía eres consciente de que hay un nuevo ser. Un nuevo ser que es distinto de ti.

Mi segunda ecografía fue a las 12 semanas. Se veía perfectamente su cuerpecito que no paraba de moverse y saltar, como si estuviera jugando. Tenía una vitalidad impresionante y físicamente era un bebé en miniatura, moviendo sus bracitos y sus piernas, sintiendo el entorno que le rodeaba...

En cada ecografía se le veía crecer, en una de ellas daba palmadas y en otra incluso se chupaba el dedo...

Finalizando el primer trimestre o comenzando el segundo se empiezan a notar los primeros movimientos del bebé, porque ya tiene fuerza para hacerse notar a pesar de su pequeño tamaño y de la bolsa de líquido en que está inmerso. Parece que las primerizas tardan más en identificarlos, pero una vez los has sentido los reconoces rápidamente en los siguientes embarazos...

Se nota perfectamente cómo el bebé reacciona cuando se pone la mano sobre el vientre, ya que él lo siente y se muve. También escucha los sonidos del exterior, las voces, la música... Hay numerosos estudios encaminados a la estimulación prenatal que lo demuestran. Entonces ¿cómo es posible que un feto memorice la música,

Lo que no entiendo es cómo los mismos que durante el embarazo nos enseñan infinitas técnicas de comunicación prenatal, basadas en los estudios realizados en los últimos 50 años sobre psicología perinatal (que está demostrado que los fetos son capaces de memorizar música, reaccionan al contacto de una mano sobre el vientre o se asustan ante sonidos fuertes...) son capaces de intentar demostrar luego que lo que tenemos dentro no es un ser humano: nuestro hijo.

Prácticamente el 100% de la población estará de acuerdo en que matar a un bebé recien nacido porque su madre no le quiere es contrario a los derechos humanos. Partiendo de ahí, podemos ir quitando día a día a ese feto y preguntarnos ¿un bebé merece que se respete su vida un día antes del parto? ¿y dos? ¿y 1 mes antes? ¿y dos? ¿y 6 mese antes?... Podemos ir viendo la evolución de un ser humano día a día e intentar ponerle puertas al campo, aunque es realmente complicado: cada bebé crece a su ritmo y está en constante evolución, minuto a minuto.

Por otro lado, la mayoría de las personas se decantan por dejar libertad de elección a la mujer. Sin embargo la mujer que no aborta sigue teniendo libertad de elección una vez pasado el parto (puede ser madre y quedarse con el bebé o darlo en adopción). Únicamente se coarta su libertad durante un tiempo, y luego puede seguir su vida normal, sin embargo la vida del niño que se aborta se corta de raziz. Cuando nos encontramos con un accidente de tráfico debemos pararnos y ayudar por ley (aunque esto no nos convenga en ese momento) ¿por qué una mujer no puede "mantener" la vida de su hijo hasta que otra persona pueda hacerse cargo? ¿No es igualmente traumático un aborto y un parto?

En fin, confio en que la ciencia siga demostrando las increíbles capacidades y sentimientos que tienen los bebés no nacidos, y que la sociedad se termine por rendir a la evidencia.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Nada como mamá, nada como mamar

Antes del parto sabía muy poco sobre la lactancia materna. Realmente en las clases de preparación al parto nos habían explicado la mecánica, pero ¿cómo explicar la mecánica de un abrazo o de un beso? Una madre no está preparada para entender de mecánicas cuando tiene en su regazo al ser más amado...

Amamantar no sólo es alimentar, sino que es la continuación de una donación generosa que comienza cuando padre y madre, como una sola carne, contribuyen al milagro de la vida con su amor. El pecho es una extensión del cordón umbilical, que mantiene ese vínculo de necesidad y afecto madre-hijo.

Por supuesto también es una gran satisfacción y una madre desea con todo su corazón abrazar, besar, mimar su recién nacido... Pero también descansar.

A veces las normas sociales nos confunden... En esos momentos en que deseas tener al niño en tus brazos (y que tan importante es para el bebé), observarle, comprobar, por fin, después de 9 meses de espera cómo es físicamente tu hijo, en ese momento crucial... Se lo llevan para hacerle pruebas. Cuando vuelve la adrenalina del parto ha cesado y sólo queda cansancio en la madre, y el bebé se ha adormilado de esperar ese ansiado contacto.

Hoy en día, después de 15 meses de lactancia, sé que es importante abrazar y besar a tu hijo; que a veces las rutinas, el orden o la limpieza pueden esperar para dejar paso a la admiración del último descubrimiento de tu hijo, o que un niño aprecia más un paseo por el parque que una camiseta bien planchada.

El parto es un gran cambio, que ayuda a reorganizar la vida y colocar cada cosa en el lugar que le corresponde, rehacer nuestra escala de valores y replantearse qué era lo importante en nuestras vidas antes de entrar en esa espiral de trabajo y consumo. Es una explosión de amor que no puede dejar indiferente. La lentitud de los niños choca con nuestra vida rápida y estresante y le da la vuelta como un calcetín.

Por tantas cosas que debo a la maternidad, a mi hija: GRACIAS.

lunes, 5 de octubre de 2009

Motivación

Hace tiempo que quería comenzar a escribir de nuevo. Pensando en qué cosas quería contar y de qué manera quería transmitirlas me he dado cuenta de que la martenidad ha sio un hito fundamental en mi vida, un punto de inflexión a nivel emocional.

No sólo cambió mis rutibas y mis prioridades, sino el prisma a través del cual miraba el mundo, el amor que hasta entonces sentía (por mi marido, por mis amigos, por lanaturaleza...) porque cambió la base de todo aquello: la concepción de mi misma y del ser humano.

Sentir cómo crece la vida en tu interior, tener en brazos a quien hace tan poco tiemop a penas medía 4 milímetros, saber que mi cuerpo está preparado para alimentarla durante meses, introduciéndola de esta manera en el mundo pausadamente, con delicadeza...

Y por supuesto redescubrir el asombro diario que como persona adulta había perdido: la belleza de los pájaros, la complejidad de la corteza de los árboles, la sorprendente variedad de sabores que existen o el alegre colorido de las futas.

La maternidad me ha hecho más generosa y también más resistente. Definitivamente más feliz.

Por eso, aunque me gustaría hablar de diversos temas, por el momento me siento más cómoda resguardándome al amparo de la maternidad para halar de todos ellos.