domingo, 11 de octubre de 2009

Aborto


Con la mayor manifestación pro-vida en España todavía reciente, ¿cómo resistirme a hablar del aborto?

Después de ser madre no puedo evitar tener información de primera mano sobre lo que es y no es un feto. He sentido sus movimientos, le he visto en las ecografías, día a día durante 9 meses... Y no me puedo resistir a comentarlo... Quizá otro día me proponga hablar de la vida intrauterina desde el punto de vista científico, o de las consecuencias del aborto en una mujer desde el punto de vista emocional... Pero hoy quiero hablar de mi experiencia, lo que yo sentido, visto y oido.

Una se da cuenta de que está embarazada por unos cuantos cambios en el propio cuerpo, es cierto, pero desde que te enseñan la primera ecografía eres consciente de que hay un nuevo ser. Un nuevo ser que es distinto de ti.

Mi segunda ecografía fue a las 12 semanas. Se veía perfectamente su cuerpecito que no paraba de moverse y saltar, como si estuviera jugando. Tenía una vitalidad impresionante y físicamente era un bebé en miniatura, moviendo sus bracitos y sus piernas, sintiendo el entorno que le rodeaba...

En cada ecografía se le veía crecer, en una de ellas daba palmadas y en otra incluso se chupaba el dedo...

Finalizando el primer trimestre o comenzando el segundo se empiezan a notar los primeros movimientos del bebé, porque ya tiene fuerza para hacerse notar a pesar de su pequeño tamaño y de la bolsa de líquido en que está inmerso. Parece que las primerizas tardan más en identificarlos, pero una vez los has sentido los reconoces rápidamente en los siguientes embarazos...

Se nota perfectamente cómo el bebé reacciona cuando se pone la mano sobre el vientre, ya que él lo siente y se muve. También escucha los sonidos del exterior, las voces, la música... Hay numerosos estudios encaminados a la estimulación prenatal que lo demuestran. Entonces ¿cómo es posible que un feto memorice la música,

Lo que no entiendo es cómo los mismos que durante el embarazo nos enseñan infinitas técnicas de comunicación prenatal, basadas en los estudios realizados en los últimos 50 años sobre psicología perinatal (que está demostrado que los fetos son capaces de memorizar música, reaccionan al contacto de una mano sobre el vientre o se asustan ante sonidos fuertes...) son capaces de intentar demostrar luego que lo que tenemos dentro no es un ser humano: nuestro hijo.

Prácticamente el 100% de la población estará de acuerdo en que matar a un bebé recien nacido porque su madre no le quiere es contrario a los derechos humanos. Partiendo de ahí, podemos ir quitando día a día a ese feto y preguntarnos ¿un bebé merece que se respete su vida un día antes del parto? ¿y dos? ¿y 1 mes antes? ¿y dos? ¿y 6 mese antes?... Podemos ir viendo la evolución de un ser humano día a día e intentar ponerle puertas al campo, aunque es realmente complicado: cada bebé crece a su ritmo y está en constante evolución, minuto a minuto.

Por otro lado, la mayoría de las personas se decantan por dejar libertad de elección a la mujer. Sin embargo la mujer que no aborta sigue teniendo libertad de elección una vez pasado el parto (puede ser madre y quedarse con el bebé o darlo en adopción). Únicamente se coarta su libertad durante un tiempo, y luego puede seguir su vida normal, sin embargo la vida del niño que se aborta se corta de raziz. Cuando nos encontramos con un accidente de tráfico debemos pararnos y ayudar por ley (aunque esto no nos convenga en ese momento) ¿por qué una mujer no puede "mantener" la vida de su hijo hasta que otra persona pueda hacerse cargo? ¿No es igualmente traumático un aborto y un parto?

En fin, confio en que la ciencia siga demostrando las increíbles capacidades y sentimientos que tienen los bebés no nacidos, y que la sociedad se termine por rendir a la evidencia.

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