Hoy la conversación ha surgido por una galería de fotos que había publicado cierto medio y en el que aparecía, entre otras, esta foto de la modelo Natalia Vodianova (yo hasta ahora ni la conocía… es que esto del marujeo y del postureo como que no es lo mío, oiga).
Si nos fijamos bien en la foto ¿Cómo es posible darle el pecho sin apenas tocarle? Yo sólo con mirarla me dan ganas de ir corriendo a agarrarle al bebé no va a se que se le caiga… Y ¿cómo no? tenía que salir mirando a cámara con postura sensual, con los labios entreabiertos, con la típica cara que ponen las modelos que no te queda claro si es que quiere algo contigo o si es que ha tenido un mal día… ¡Qué cansancio! ¡Debe de ser estresante vivir 24h pendiente de excitar sexualmente a todo el que te mira, incluso cuando una está amamantando a su bebé recién nacido!
Pensemos un poco: ¿Con esta foto se quiere transmitir el amor de una madre y un hijo, a través de la lactancia materna, o crear una nueva parafilia (¡como si un tuviéramos ya bastante!) en los pobres incautos que se ven sometidos a las incesantes imágenes de contenido sensual? Me temo que la lactancia y el bebé son simplemente una nueva excusa para el mismo circo de siempre (poco pan y pésimo circo, así anda España…)
Como suele decir Juan Manuel de Prada, estamos tan saturados de estímulos sexuales que muchos van andando por la vida como perrillos de Paulov, bailando al son de las campanillas publicitarias que aprovechan la fuerza de la sexualidad para vendernos una colonia o unas zapatillas., que lo mismo da, dentro de poco seguro que lo intentan con una pomada antihemorroidal, tiempo al tiempo…
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